miércoles, 22 de febrero de 2012

Mandamientos



El amor a Dios se concreta en tres mandamientos :
1º - Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2º - No tomarás el nombre de Dios en vano.
3º - Santificarás las fiestas.
 Y el amor a los demás, en los siete mandamientos restantes :
4º   - Honrarás a tu padre y a tu madre.
5º   - No matarás.
6º   - No cometerás actos impuros.
7º   - No robarás.
8º   - No dirás falso testimonio ni mentirás.
9º   - No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10º - No codiciarás los bienes ajeno

Los cinco mandamientos de la Santa Madre Iglesia
1-Oir Misa entera los domingos y fiestas de guardar
2-confesar los pecados mortales,por lo menos una vez al ano,cuando se ha de comulgar y en peligro de muerte.
3-comulgar por pascua de Resurreccion.
4- Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la santa Iglesia.
5-Contribuir al sostenimiento de la Iglesia de Dios,en la medida de las posibilidades de cada uno..

Capilla Sixtina






La Capilla Sixtina es uno de los tesoros artísticos más valiosos de la Ciudad del Vaticano. Fue construida entre el 1471 y el 1484, cuando el papa Sixto IV vivía y de ahí procede su nombre. El arquitecto fue Giovanni d’Dolc que diseño una forma rectangular de 40,93 m de longitud por 13,41 de anchura: las mismas dimensiones del Templo de Salomón según el Antiguo Testamento. La altura es de 20,7 m.

La Capilla Sixtina es conocida mundialmente por ser la sala en la que se celebra el cónclave y otras ceremonias oficiales papales, y por haber sido decorada por Michelangelo Buonarroti (Miguel Ángel)
La pinturas al fresco que decoran la Capilla se iniciaron nada más terminarse y en ella participaron Sandro Botticelli, Luca Signorelli, Perugino, Pinturicchio y Ghirlandaio entre otros.
La pared sobre el altar mayor, con una superficie de 13,7 m por 12,2, la ocupa el Juicio Final, mientras que en el centro de la bóveda se representan nueve escenas rectangulares sobre la Creación y la caída del hombre, flanqueadas por profetas y sibilas, así como los antepasados de Jesús y arquitecturas y esculturas fingidas (trampantojos).

Frescos laterales de la Capilla Sixtina

Los frescos que se encuentran a lo largo de la Capilla Sixtina en las dos paredes laterales, son paralelos. Casi cada fresco está relacionado con el que está enfrente. Debían representar la vida de Moisés (Antiguo Testamento) de una parte, y la vida de Cristo (Nuevo Testamento).

De mayor quiero ser soldado.


 
ARGUMENTO:

De mayor quiero ser soldado es la historia de Álex, un niño de ocho años fascinado por la violencia en la televisión y en los videojuegos. Álex empieza a desarrollar problemas de comunicación con sus padres y otros compañeros del colegio por lo que se encierra en sí mismo, inventando dos amigos imaginarios, el Astronauta Capitán Harry y su alter ego, el Sargento John Cluster. 


Cuando su madre da a luz gemelos, Álex empieza a sentirse solo y desatendido, eclipsado por la llegada de sus nuevos hermanos. Traicionado y herido consigue que su padre le recompense con algo que siempre había deseado: una televisión en su cuarto. A través de la televisión, Álex descubrirá un nuevo mundo y se sentirá totalmente fascinado por todo lo que ve. El elemento catalizador de la historia será esta creciente obsesión por las imágenes de guerra y destrucción.
 CRÍTICAS

Molina parte de una gran premisa: la de la influencia en los niños que tienen los medios de comunicación y hasta que punto llegan a insensibilizarse cuando ven violencia. La idea es buena, pero el desarrollo es lamentable. Molina debe pensar que al iluso que vaya a ver su película también le han lavado el cerebro los medios, porque el maltrato psicológico al que es expuesto el espectador cruza la línea de lo lamentable. No contento con esto, el director intenta ayudarle con otro lavado de cerebro, con centrifugado incluido.

Y es que no hay nada mínimamente creíble dentro de la película. Una familia, con sus problemas, pero que para nada es disfuncional, por mucho que se empeñe el director en hacernos creer que sí, nunca permitiría que un niño, por muchas ganas que tenga de ser soldado, decorara sus habitación con banderas y pósteres de una ideología tan radical y que tanto mal causo al mundo.

Por otro lado, cuesta creer que un niño de 10 años (diez años, por el amor de Dios, si todavía hablásemos de un adolescente...) lo único que le interese de la televisión es ver guerras y documentales de animales cazando con el único objetivo de ver sangre, o que les hable a sus padres de esa manera y ellos se queden impasibles, o que los profesores no sean conscientes, e incluso alaben en alguna ocasión el comportamiento de este muchacho.

¡Cuaresma!



La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miercoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia.